¿Cómo reducir los gases que produce la cerveza?

La cerveza es una bebida que produce gases, desde luego, pero no siempre. Ten en cuenta que esto depende mucho de cada persona. Cada organismo es muy diferente y eso hace que los comportamientos sean completamente opuestos. Por eso, lo primero que tienes que hacer es tranquilizarte, ya que lo habitual es no sufrir problemas de gases. Sin embargo, si la cerveza te los produces, tampoco te preocupes, ya que este post vamos a darte una serie de medidas que pueden ayudarte mucho a controlarlos. ¿Cómo reducir los gases que produce la cerveza? Sigue estos pasos y no tendrás nada de lo que preocuparte.

Te contamos cómo reducir los gases que produce la cerveza 

1. Selecciona la cerveza correcta: ¿A qué nos estamos refiriendo? Para empezar, tienes que saber que la carbonatación de esta bebida es una de las mayores causas de que produzcan gases. Pues bien, es tan fácil como proceder a beber cervezas menos carbonatadas. Si normalmente optas por las que son más comerciales, entonces todo resultará complicado para ti, ya que las más suaves en este aspecto con las cervezas artesanales. Por otro lado, también es una muy buena idea escoger cervezas filtradas. Cuentan con una cantidad menor de levadura y eso, a la larga, hace que la producción de gases a nivel intestinal sea considerablemente mejor. Por supuesto, si eres intolerante al gluten o no lo recibes de la mejor manera, elige una cerveza sin gluten o baja en el mismo.
2. Échala en un vaso: Te puede parecer una tontería, pero es algo realmente útil. Si de verdad quieres saber cómo reducir los gases que produce la cerveza, toma este consejo muy en cuenta. La verdad es que no podemos negar que, a casi todos los que amamos esta bebida, nos encanta beber directamente de la botella. Si te sientes bien, no tienes nada que cambiar, pero si notas que tras beberla te sientes más pesado o hinchado, comienza a servirla en un vaso. Eso es lo que va a hacer que la cerveza libere gran parte del dióxido de carbono que contiene, haciendo que te siente mucho mejor. Por otro lado, antes de beberla debes dejarla reposar. La vas a disfrutar mucho más de lo que pensabas. 
3. Bebe lentamente: Algo tan fácil como esto es clave a la hora de saber cómo reducir los gases que produce la cerveza. El gas que contiene la cerveza se va diluyendo si bebes a pocos y con mesura. Esto, lo que va hacer es que no todos los gases se liberen y concentren al mismo tiempo en el estómago. Seguro que tienes tanta prisa y sed como para no poder esperar y disfrutarla más tiempo. Va a ser algo que notará tu organismo. Lógicamente, ten en cuenta que, si tardas demasiado en consumir la cerveza, se va a calentar y va a perder gran parte de su gas, con lo que puede parecer muy poco a esa bebida que tanto te gusta. 
4. Cuidado con la comida: La verdad es que el plan ideal es el de tomar una cerveza, mientras se come algo. Está muy bien y ayuda a que el efecto del alcohol sea bastante menor en el organismo, algo que seguro que agradeces. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con los alimentos que eliges para acompañar tu cerveza favorita. Hay algunos, como los frutos secos, que son una opción muy fácil, pero hay un problema. También suelen producir gases y eso hará que se junte todo en tu intestino. Lo mejor es que puedas encontrar algo de comida sana y ligera que tenga buenos efectos para tu organismo.  Te hemos hablado de alimento, pero ten un ojo puesto en las bebidas. Lo mejor es no mezclar. Sigue con cerveza y no introduzcas otras bebidas gaseosas. Es lo mejor que puedes hacer.

¿Has aprendido algo? Si te paras a pensar, el resumen es que vas a poder disfrutar de la cerveza como nunca antes lo habías hecho. 

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