¿Por qué no debes beber la cerveza de la lata?

Beber una cerveza es una experiencia que siempre merece la pena, especialmente si eres un amante de esta bebida que tanto recorrido tiene a nivel mundial. Ahora bien, tienes que saber que la bebida del lúpulo se puede tomar de muchas maneras distintas. ¿Cómo lo haces tú? La verdad es que da gusto quedar con los amigos para tomarse una o varias cañas, pero hay veces que lo que, a priori, tendría que resultar muy agradable, termina por no ser el rato que esperabas. Estamos hablando del momento en el que se queda para beber unas cervezas en casa con un buen plan. Es habitual coger unas latas y disfrutar de ellas en un ambiente acogedor y de diversión, pero ahora queremos que sepas por qué no debes beber la cerveza de la lata. Hay una serie de condicionantes que tienes que analizar. ¡Piensa en todo esto!

¿Por qué no debes beber la cerveza de la lata? ¡Son varios los motivos!

1. Higiene

   No debes beber la cerveza de la lata por una sencilla razón, y es muy clara. Muchas de estas latas que bebes están almacenadas en diferentes almacenes que, en muchas ocasiones, no son los espacios más limpios y sanos, con lo que proliferan bacterias y hongos, los cuales pueden estar en las latas. No solo debes tener en cuenta los almacenes en los que se encuentran hasta que se ponen a la venta, sino también los camiones en los que son transportadas. Normalmente, tampoco se presentan como el entorno más adecuado para mantener las latas en perfectas condiciones. Por supuesto, también hay que valorar lo limpias que puedan estar las estanterías de los supermercados en los que se venden. Si tienes todo esto en cuenta, ya sabrás que puedes coger cualquier tipo de enfermedad o intoxicación solo por el hecho de tomar esa bebida que tanto te gusta directamente desde un envase como la lata. No merece la pena que lo pases mal por tomar las mínimas precauciones a la hora de echar unos tragos. 

2. Mal sabor y aroma

   ¿Por qué no debes beber la cerveza de la lata? Te damos otra respuesta. Si algo bueno tiene la bebida del lúpulo es que cuenta con un sabor y unos aromas que son muy difíciles de explicar con palabras. Es algo que solo se puede sentir cuando se comienza a beber. La lata no deja de ser un recipiente del que no se pueden sacar todas las propiedades de la cerveza. Es normal que no seas capaz de distinguir todo lo bueno que tiene esta bebida por culpa de no echarla en un vaso. Servirla en el vaso correcto hará que percibas cada peculiaridad, sobre todo cuando eres de los que se atreven a probar diferentes cervezas de todo el mundo. Además, los que tienen un paladar bastante fino son capaces de distinguir un ligero sabor metálico en la cerveza que llega a su boca directamente desde la lata. Lo cierto es que, aunque están recubiertas para que no se produzca un contacto directo, es cierto que se puede llegar a notar una ligera variación en el sabor. Como siempre decimos y hemos comentado anteriormente, lo mejor es servirla en un vaso. De beber a morro, para modificar menos el sabor tienes que hacerlo de un botellín. 

3. Espuma

   La verdad es que una caña servida con excesiva espuma es una caña que no está bien tirada. No puede ser que alguien tenga que hacer un esfuerzo para encontrarse con el líquido dorado. Dicho esto, también tiene su encanto esa espuma que, como máximo, debe tener la altura de un dedo para disfrutarla. Ese momento en el que se queda en los labios son unos segundos de disfrute que todo aquel que ama la cerveza quiere vivir.  

Si no te queda más remedio que beber directamente de la lata, haz un acto de responsabilidad e intenta limpiar la misma antes con una servilleta. Aunque no sea la mejor opción, siempre es mejor que tomar unos tragos sin eliminar algo de la suciedad que pueda haber sobre la misma. 

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